Tinnitus y EMTr: cuando el cerebro regula incorrectamente el volumen

El tinnitus puede afectar gravemente la vida de una persona: un silbido, pitido o zumbido persistente que no desaparece y no tiene una causa externa. La estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) ofrece un enfoque moderno y suave para tratar específicamente los procesos cerebrales alterados y reducir notablemente la carga.

¿Qué sucede en el cerebro?

El tinnitus no es causado por la imaginación, sino por patrones alterados de actividad cerebral. Generalmente comienza con daño en el oído interno, debido al ruido, la edad u otros factores estresantes. Cuando llega menos información acústica al oído, la corteza auditiva reacciona con una especie de sobrerreacción: aumenta su propia actividad, las neuronas se activan espontáneamente y se sincronizan de forma inusual. El resultado es la percepción de sonidos que no existen objetivamente.

Sin embargo, el sistema auditivo no funciona de forma aislada. Las regiones cerebrales responsables de la atención, el procesamiento del estrés y la evaluación emocional desempeñan un papel crucial en la percepción del tinnitus. Quienes están tensos, se concentran intensamente en el ruido o sufren trastornos del sueño y estados depresivos suelen experimentar el tinnitus considerablemente más angustia. Por lo tanto, el tinnitus es menos un problema puramente auditivo y más un desequilibrio en múltiples redes neuronales, y es precisamente aquí donde la EMTr entra en juego.

Cómo funciona el tratamiento

En la EMTr, se coloca con precisión una bobina magnética en la cabeza y emite pulsos magnéticos cortos que estimulan selectivamente regiones cerebrales específicas. El procedimiento no es invasivo, no requiere anestesia y, por lo general, se tolera bien. Los pacientes se sientan cómodamente en la silla de tratamiento durante el procedimiento y pueden reanudar sus actividades normales inmediatamente después.

En nuestros institutos de Las Almas, la estimulación se centra principalmente en las áreas hiperactivas de la corteza auditiva para reducir la actividad neuronal. Un tratamiento típico consta de diez a veinte sesiones durante dos a cuatro semanas. Muchos centros de tratamiento combinan la EMTr con medidas complementarias como terapia, técnicas de relajación o terapia conductual para potenciar sus efectos.

Lo que el método puede lograr y dónde están sus límites

Estudios clínicos y la experiencia práctica demuestran que una proporción significativa de pacientes en tratamiento experimentan una mejoría. Muchos informan que la intensidad percibida del tinnitus disminuye, o que el ruido es menos intenso y ya no interfiere tanto con la vida diaria. Esto suele medirse mediante cuestionarios validados sobre calidad de vida y carga del tinnitus. Las mejoras suelen reflejarse en un mejor sueño, mayor concentración y mayor serenidad al lidiar con el ruido.

Al mismo tiempo, el tinnitus es un trastorno complejo y la respuesta al tratamiento varía de una persona a otra. No todos los pacientes se benefician por igual y, en algunos casos, el efecto es temporal. Por lo tanto, la EMTr no es una panacea, sino un componente valioso de un plan de tratamiento integral. En este sentido, es recomendable utilizar la EMTr como complemento a otras terapias, ya sean psicológicas, terapéuticas o fisiológicas. El objetivo no es solo reducir el volumen del tinnitus, sino sobre todo recuperar la calidad de vida y la capacidad de controlar mejor el ruido y dejarlo en un segundo plano.